Luego podemos tener negocios en el que el cliente está muy satisfecho,
está obteniendo gran valor, pero no es muy rentable para mí.
Estamos hablando de un cliente oportunista.
O negocios en los que el cliente es muy rentable,
pero, sin embargo, no le estamos creando tanto valor.
Y luego tendríamos el óptimo,
que son aquellos negocios en los que es un win-win, es un ganar-ganar,
es el cliente está muy satisfecho, y además yo me gano muy bien la vida con él.
Veamos cuatro ejemplos,
por ejemplo, un ejemplo aquí sería el producto Thermomix de la empresa Vorwerk.
Vorwerk es una empresa con un beneficio altísimo, que vende productos de lujo.
Productos en este caso como la Thermomix, un robot de cocina que permite eliminar, o
combinar varios robots de cocina, pero que es un producto que vale más de 1000 euros.
Producto tremendamente caro, es verdad que dura muchísimo tiempo,
pero es un producto que deja un gran margen a la compañía.
Que tiene un cliente muy fiel,
y que además el cliente suele estar bastante satisfecho.
Pero luego, podemos tener negocios en los que el cliente está satisfecho.
Esto es un tienda Broadway Panhandler era una tienda de cocina en Nueva York,
una de las tiendas, o, quizá, la tienda más icónica de productos de cocina,
de utensilios de cocina en Nueva York.
Bien, ¿qué le pasó a esta tienda?
Pues que recientemente, hace muy poco tiempo, tuvo que cerrar.
Porque cada vez tenía menos clientes,
aunque los clientes estaban relativamente satisfechos.
Pero al final, realmente pagar los alquileres,
tener todo ese stock realmente no se justificaba económicamente.
Cuando muchos clientes, por comodidad, sencillamente,
pues compraban los productos en Amazon, o en otros detallistas online.
Bien, podemos tener también negocios en los que damos, quizá,
poco valor al cliente, y que el cliente nos da poco valor a nosotros.
Pensemos en una tienda, en una librería de barrio,
una tienda de libros del barrio, en las cuales tenemos poco stock,
porque si tuviéramos mucho stock, no podríamos sostenerlo financieramente.
Por tanto, para el cliente, cuando viene,
tampoco encuentra el libro que quiere necesariamente.
No tiene.
Esa experiencia de esa gran librería,
en la que tienes todo tipo de libros, pero tampoco es un negocio muy rentable.
De hecho, la mayoría de librerías son negocios en los que es muy difícil,
muy difícil ganar dinero.
Por tanto, el cliente no está del todo satisfecho, porque no tiene todos sus
libros, no tiene esa experiencia que a lo mejor tenía antes.
Y tampoco para el dueño de la librería es un negocio muy rentable.
Pensemos ahora en negocios en los que el cliente es muy,
muy rentable, pero no le damos tanto servicio.
Aquí, yo creo, que hay muchos negocios, como las ópticas.
Por ejemplo, hoy en gran parte de los países en los que uno,
para hacerse unas gafas graduadas, está pagando 200, 300, 400.
Más de 500 euros para unas gafas progresivas,
por ejemplo, mientras que you en algunos países, como en Estados Unidos,
hay empresas, como Warby Parker, que te las venden por 100, 125 euros,
unas gafas normales graduadas, o unas gafas progresivas.
Cómo es posible que Warby Parker, una empresa digital,
que vende online, pero que también tiene tiendas físicas.
Gane dinero vendiendo gafas a 100, 125 euros y, además,
por cada par de gafas que compras da otras gafas al Tercer Mundo, a niños pobres.
¿Cómo es posible que ellos ganen dinero y tantas otras ópticas
vendan muchísimo, muchísimo más caro?
Bueno, pues, porque de alguna manera vemos negocios en los que,
por el modelo de negocios, o por la gran cuota de mercado que tienen de casi
monopolio algunos proveedores, o algunos fabricantes, hace que el cliente
acaba pagando un precio realmente grande, pero no obtiene tanto valor.