Podemos contrastar dos grandes estereotipos de masculinidad en la obra de García Márquez a través del estudio de dos personajes centrales en dos de sus más importantes novelas, en el coronel no tiene quien le escriba y en 100 años de soledad. En el coronel por una parte tenemos al personaje justamente del coronel, como recordaremos el coronel es un héroe en el ocaso de su vida, un héroe que se encuentra en un estado de precariedad material y simbólica muy fuerte que está aislado geográficamente pero que también está aislado de las instituciones y de la nación a la cual le prestó un servicio heroico justamente, y un héroe que solamente puede como aferrarse casi que desesperadamente a la improbable ayuda y reconocimiento no solamente en términos materiales sino del reconocimiento social y personal que merecen sus acciones. Por otra parte en 100 años de soledad y a través de la figura de Jose Arcadio tenemos al héroe joven, un héroe que ejemplificará la voluntad de poder, la voluntad de conquista, la voluntad de destrucción pero también la voluntad de creación. Es un héroe que en ese sentido es completamente opuesto al héroe ejemplificado en el coronel no tiene quien le escribe. Nos encontramos entonces con dos caras de una misma moneda o si se quiere con dos momentos temporales de una única figura literaria que es la figura del héroe. En el caso de Jose Arcadio en 100 años de soledad nos encontramos con el héroe juvenil dispuesto a crear y dispuesto a llevar a cabo su voluntad y en el caso del coronel nos encontramos con un coronel ya derrotado, sin esperanza, desilusionado, solamente esperando probablemente su muerte. Lo que es muy interesante con el caso de este héroe con los dos momentos temporales de este héroe es que en muchos sentidos prefigura la historia del destino de Macondo. Por una parte Macondo puede ser pensada desde sus orígenes que son muy modestos pero que al mismo tiempo son una especie de apuesta hacia el futuro y están prefigurados en el joven héroe. El final de Macondo, el final de destrucción, de soledad, de ruina está también prefigurado en este coronel que está también aislado en términos de precariedad, sin condiciones materiales que puedan garantizarle el honor que merecen sus acciones pasadas. En ese sentido la figura del héroe en muchos sentidos prefigura la suerte de Macondo.